sábado, 16 de marzo de 2013

Crisis de valores

Durante la jornada 28 de la Liga BBVA, disputada el pasado fin de semana, tuvo lugar el derbi gallego. El Deportivo se impuso por un holgado resultado al equipo rival. A priori, pareció ser un partido bonito que se resolvió gracias a dos golazos del cuadro herculino. Sin embargo, lo que sucedió realmente va más allá de los aspectos futbolísticos:

Todo comenzó unas horas antes de que diera comienzo el encuentro. Hugo Mallo, defensa celtista sancionado para jugar contra el Deportivo, se fotografía junto a un cartel de "se vende" en el que aparece el escudo del equipo rival junto a una bandera portuguesa. Este acontecimiento no tuvo otra repercusión que caldear el ambiente de un partido de alto alto riesgo y aportar un plus de motivación a la escuadra rival. Actitud absurda que fue recriminada por su compañero de equipo Mario Bermejo al término del encuentro: "Ahora Hugo Mallo tendrá que asumir todas sus gilipolleces"

No obstante, faltaba por producirse un acontecimiento que marcaría el encuentro y sentenciaría al Celta de Vigo. Tuvo lugar a mediados de la primera mitad con el Deportivo por delante en el marcador: tras una oportunidad errada, Iago Aspas, estrella celtista, pierde los papeles y le receta un cabezazo a Marchena. Evidentemente Aspas fue expulsado por el colegiado, dejando a su equipo con uno menos frente a la furia y el hambre de victoria del equipo rival que culminó con la estrepitosa derrota.

En resumen, el Deportivo ganó fácilmente al Celta gracias a un par de goles de bandera y un gran partido, pero sobretodo, gracias a su clase en contra de la crisis de valores producida en el Celta.

Este partido puede tomarse como una analogía de la sociedad española de hoy en día, la cual se haya sumida en una crisis de valores. Hemos perdido las buenas costumbres del pasado y nos hemos abandonado a la vagueza y al buen vivir. Continuamos realizando las actividades que nos marcan como buenos españoles como son la siesta, la fiesta y la bohemia. Sin embargo, nos encontramos en tiempos difíciles y está muy bien realizar estar actividades pero de forma paralela debemos trabajar para sacar esto adelante. Por nuestro bien debemos mantener la máxima categoría, o lo que es lo mismo la UE, y no bajar a segunda.

En conclusión, la sociedad española es como el Celta que debido a su crisis de valores es incapaz de competir con otros países, a no ser que cambie el chip, y por ello se encuentra donde se encuentra a expensas de que los tiempos cambien en lugar de cambiarse a sí misma.










domingo, 10 de febrero de 2013

Cruje tu rutina con danet

Hoy, domingo 10, he ido a comer a casa de mi tía. Ella es profesora en un colegio en el que está sometida a mucho estrés. Para poder soportarlo, me ha contado que acude a un blog en el que un psicólogo da consejos periódicamente. El último de estos consejos era: haz un cambio en tu rutina.

Más adelante en la comida ella me preguntó: Tú si tuvieras que hacer un cambio en tu día a día ¿cual sería? Y justo en ese momento me llegó un mensaje de Jose María al Whatsapp. Me puse a pensar y llegué a la conclusión de que mi cambio  sería dejar de hacer lo que es conocido coloquialmente como "la pelota" al corrector y comenzar a desafiarle.

(Por eso yo, querido corrector, te digo: no sigas leyendo, para aquí y publícame la entrada. Así, sin motivo alguno, simplemente porque puedes, porque tienes el poder. Sin embargo, sé que no lo vas a hacer porque no eres capaz de cambiar tu rutina y tampoco lo suficientemente fuerte como para dejar de leer)

La idea me pareció brillante, no obstante un poco atrevida, pero me pregunté ¿Por qué no?
La idea me daba vueltas durante toda la tarde hasta que llegó mi prima pequeña y me dijo:...

(Por segunda vez te lo digo: ¡para!, ¡publícamela!. Por lo que veo ya no eres tan fuerte como parecías)

...¡Gon no pienses en barbies! ¡has pensado! jajaja
En ese momento con ese sencillo juego me di cuenta de que hay cosas que no podemos cambiar porque son impulsos y no los controlamos pero nuestro día a día si podemos cambiarlo. Sin embargo,...

(Por tercera vez: lucha contra ti mismo. Demuestra que tienes libertad, que puedes elegir, que eres diferente a un animal ¡demuéstramelo!)

...había una cosa que no llegaba a comprender. Si no estábamos determinados ¿Por qué si me decían que no pensara en algo yo pensaba justo en eso ? ¿Estaba de alguna manera determinado?...


(Te propongo un desafío: si consigues parar de leer y me publicas la entrada, habrás reafirmado tu naturaleza como hombre . Y si no lo consigues me publicas la entrada)

...entre tantas preguntas me comencé a marear y me agarré a una mesa. Mi tía me preguntó si me encontaba bien y yo le respondí que si. Salí de su casa y llamé al ascensor, se abrieron las puertas y me metí dentro. Para desgracia mía el ascensor se atascó. Nadie sabía que yo estaba allí y el botón de ayuda no funcionaba. A la media hora me empezó a faltar el oxígeno y... 


(Por última vez: tienes treinta y pico entradas por leer ¿vas a perder el tiempo conmigo? Has llegado hasta aquí, te faltan unas pocas líneas y has visto que no tiene intriga ¿qué más quieres?  )

...me desperté.(como pasa en todos los cuentos infantiles y en mis topics de inglés)

Ya siento corrector que te hayas leído toda esta porquería pero es tu deber y el mío es escribir sobre estos temas surrealistas ya que la "actualidad del deportivismo" es un tema tabú en estos tiempos oscuros.

Yo he demostrado que puedo cambiar mi rutina desafiándote y publicando historias sin sentido pero tú no has sido capaz. Aunque en el fondo has hecho bien en llegar hasta aquí porque el deber va por delante de todo, pero, ¿como decirlo?, TÚ ME DEBES UNA PUBLICACIÓN.

Gonzalo Pr

sábado, 9 de febrero de 2013

Una noche de altos vuelos


Volvía yo de una cena familiar con mi hermana Leti en el coche de mis tíos. Estos últimos tenían prisa porque iban a perder un vuelo(de vuelos iba a ir la noche). Como consecuencia decidieron dejarnos en Paseo de la Habana que se encuentra a escasas dos manzanas de mi casa. Este lugar es frecuentado por jóvenes de nuestra edad los viernes por la noche, es decir, esa noche estaba hasta arriba de gente.

Una vez allí, mi hermana me pidió que la acompañase a un bar cercano en el que se encontraban unas amigas suyas. Empezamos a andar y llegamos a un parque. Ahí me encontré a una amiga que hacía mucho tiempo que no veía con la que me quedé hablando un rato.Y yo no sé si se debió a la sorpresa que me llevé al ver lo que había cambiado ella o a mi "empanamiento" permanente(empanamiento que me resultará letal más adelante en la historia) pero mis sentidos no estaban ni mucho menos activos ya que no captaron los gritos despectivos que salieron desde el interior del parque dirigidos a mi persona.

Terminada la conversación proseguimos nuestro camino rodeando el parque. Sin embargo, mi hermana se paró en seco y dijo que ya no le apetecía ir con sus amigas (decisión que marcó la noche). Acto seguido dimos marcha atrás y llegamos a un semáforo que se encontraba en rojo. Al lado mío se encontraba mi hermana y un chaval de mi edad. Fue en ese momento en el que los gritos desde el parque continuaron y se hicieron cada vez más fuertes. Llamaban a alguien y le pedían que fuera, no obstante, yo seguía sumido en mi "empanamiento" y no salí de él hasta que ví que el chaval que tenía al lado ponía pies en polvorosa. En ese momento, miré hacia atrás y vi venir hacia mi a tres "jóvenes extremistas". Ya los tenía encima y era demasiado tarde para planear ninguna fuga. Me pidieron que fuera con ellos al interior del parque para que les sacara una foto. Pero yo alegando que me estaban esperando hice ademán de reunirme con mi hermana que ya había cruzado. Mis intentos de fuga fueron en vano ya que me cogieron de la cabeza y me llevaron al parque. Nada más entrar vi que no eran tres sino que eran quince.

 Llegados a este punto empecé a pensar porque me había sucedido esto a mí. Y me di cuenta de que el problema residía en mi apariencia, es decir, que no presento ninguna característica propia de una persona mayor: no soy alto, ni fuerte, ni tengo cara de mala leche.(aunque siempre me quedarán las entradas)

Volviendo a la historia, estos me pidieron que les sacara una foto con mi móvil y luego se lo entregara para poder irme pero finalmente me dieron el suyo y amenazaron con rajarme la cara si no salían bien. Saqué entre 10 y 20 fotos, por fotos que no falte, y les devolví el móvil con intención  de marcharme. Sin embargo, me agarraron entre cuatro y, como me vieron pequeñito e indefenso, decidieron mantearme. En este instante, fue cuando mi hermana que había estado expectante hasta el momento se armó de valor y dirigiéndose a uno de ellos, le tocó en la espalda y hizo la intervención clave de la noche al decirle:"perdón, vamos mal de tiempo ¿se puede venir ya?".

Mientras tanto, yo estaba volando muerto de miedo confiando en que eso se acabara pronto. Y el final no tardó en legar, me lanzaron con todas sus fuerzas hacia arriba y se apartaron dejándome a mi solo ante la ley de la gravedad. Me pegué un tortazo impresionante pero me levanté antes de que reaccionaran y me cruce rápidamente de acera poniendo cara de poker, como cuando te comes un escalón en la calle y dices: aquí no ha pasado nada.

Por último, quiero destacar la veracidad de la frase del escritor John Maxwell que esa noche marcó mi porvenir:  

"Crecer es una decisión que puede hacer realmente la diferencia."

John Maxwell



PD: esta entrada va dedicada a Javier López, Pablo Fernández y Álvaro Guitian por darme la idea de transformar la historia en entrada. Y como no, a mi valiente hermana Leti, a la cual debo mi vida tras su estelar intervención en los acontecimientos narrados.

Gonzalo Pr

Somos como bombillas: (c+h) x a

La semana pasada, mi padre me enseñó un video de una conferencia de una persona que se llama Víctor Kuppers y me causó un gran impacto.

Decía este conferenciante que las personas somos como bombillas y que irradiamos energía. Hay personas que van a 30.000 watios y "enamoran" y otras que van a 1 watio y apenas desprenden energía.

Después de escuchar a este conferenciante me he dado cuenta que saber y tener conocimientos es muy importante, pero lo que marca la diferencia es la actitud, "la forma de ser" de cada uno. Este decía que el valor de una persona se puede medir con una fórmula:

(c + h) x a= valor de la persona

    -Donde "c" son los conocimientos que tiene una persona (matemáticas, física, etc...)
    -La "h" son las habilidades o lo que una persona sabe hacer (construir puentes, vender coches, etc...)
    -Y "a"la actitud de las personas, la forma de ser.

En el mundo de hoy, en el que hay tanta competencia hay muchas personas que tienen grandes conocimientos y saben hacer muchas cosas pero lo que marca la diferencia entre unos y otros es la ACTITUD.

Mientras que en la fórmula la "c" y "h" suman, la "a" multiplica. 

O eres un tío fantástico y marcas la diferencia porque irradias energía y simpatía, o no conseguirás diferenciarte de los demás.


Gonzalo Pr













sábado, 2 de febrero de 2013

Crítica al sistema de publicación


En primer lugar, quiero aclarar que esta entrada no está escrita con el fin de cuestionar la efectividad de Jose María ni la del profesor.

El sistema de publicación actual, como cualquier otro sistema ya sea de gobierno o de juego, tiene defectos y es manifiestamente mejorable. Nuestro deber es buscar el menos defectuoso con el fin de asegurarnos el mejor funcionamiento posible.

El que está en funcionamiento hay que admitir que es bueno. Su principal punto positivo es la existencia de otro corrector además del profesor. Su función es la de "filtro" ya que no deja pasar cualquier publicación, liberando así a d.Javier de parte de la ardua tarea de rechazar una entrada. No obstante, esta ventaja es también a veces un defecto para los alumnos ya que si la entrada no es del gusto del primer corrector no llegará al maestro.(Fe en el Depor me reitero en pedirle que la vuelva a leer)

Sin embargo, tiene numerosos defectos. Entre los que destacan dos:

-El primero es la cifra de entradas que uno debe publicar. En mi opinión, excesivamente alto que propicia que uno acabe escribiendo sobre temas surrealistas, como ahora me encuentro.

-El segundo es la velocidad de publicación. Nueve días han pasado desde que escribí mi última publicación y todavía sigo esperando a que Jose María la lea. (desechando el caso de que la ha leído y no le ha gustado por motivos de orgullo mío) Una vez que la lea tendré que esperar a que la lea el siguiente corrector, calculando que podrá ser publicada la semana que viene.


En resumen, pido por favor a la cúpula de corrección que estudie un posible sistema alternativo a gusto de todos que mejore la efectividad del que se encuentra en activo. Cómo solución propongo una democracia en la que la soberanía resida en el pueblo y por votación popular se decida si una entrada debe ser publicada o no. La democracia como sistema de gobierno no es perfecta pero es la que tiene el menor número de defectos y es por eso por lo que apuesto por ella.


"La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás"
Winston  Churchill (1874-1965) Político británico. 



Gonzalo Pr.

Un mundo mentiroso


En mis tiempos mozos, yo era un aficionado merengue como tantos otros que hay en Retamar. Mis jugadores favoritos eran Ronaldo y Roberto Carlos. Eran mis ídolos, ocupaban un segundo puesto en mi ranking de "aspiraciones en la vida" por debajo de mis padres, mi cuarto entero estaba forrado por fotos y autógrafos suyos. Eran de otro planeta: acudían a eventos solidarios, visitaban a niños enfermos en el hospital, etc...

Sin embargo, a medida que uno va creciendo se va dando cuenta que el mundo no es tan maravilloso como parece. Mis dos ídolos se compraron un chalet a escasas dos manzanas de mi casa. Y a partir de entonces me di cuenta de que todas las buenas acciones que realizaban eran puro marketing y que la imagen que tenía de ellos estaba bastante alejada de la realidad. Estos organizaban fiestas día si, día también y todo el vecindario estaba en su contra, incluidos mis padres. Además estos hechos coincidieron con la decadencia de sus respectivos juegos finalizando en sus respectivas ventas a equipos extranjeros.
Fue entonces cuando toda mi admiración por esas dos cortinas de humo se redujo a cero.

Aparentemente esta verdad terrible que descubrí es simplemente lo que le sucede a un niño pequeño que va creciendo y se da cuenta de las cosas, como sucede con los reyes o con el ratoncito perez. No obstante, esto no deja de sucedernos en nuestra vida y más aún en el mundo actual: ciclistas dopados que marcaban un modelo de superación para miles de personas, políticos corruptos que juegan con el dinero de todos, etc... 

Pero llega un momento que todos estos aspectos le llevan a uno a preguntarse ¿Vivo en una constante mentira?

Respecto a la crisis que me supone esta pregunta solemos encontrar el consuelo en la ignorancia. Preferimos vivir en una realidad fantasiosa que sabemos que es mentira pero no nos importa mientras seamos felices.

Esta idea viene muy bien reflejada en la frase del chivato de la película de Matrix:

"Sabéis, sé que este filete no existe. Sé que Matrix le dice a mi cerebro que es jugoso y delicioso. Después de nueve años, ¿sabéis de lo que me he dado cuenta? La ignorancia es la felicidad''

Gonzalo Pr.

lunes, 28 de enero de 2013

El juego


Una de las actividades ociosas que predominan en el mundo actual es el juego. Esta puede resultar tremendamente beneficiosa o perjudicial. Y aunque el caso más repetido suele ser el del fracaso la demanda del juego nunca se reduce.

¿Pero por qué nos resulta tan atractivo el juego?
La respuesta a esta pregunta puede parecer muy compleja, de estas que se debaten en una clase de filosofía,  sin embargo, es muy simple: tenemos idealizado el juego.

¿Cuántas películas de casinos y de apuestas habremos visto en total en nuestra vida? Todas estas películas se caracterizan porque siguen el mismo esquema:
-Primero el protagonista, un dotado jugador, acude al casino una noche y sufre grandes pérdidas.
-Luego, este practica sus tácticas durante todo el nudo de la obra.
-Por último, la obra acaba con una mano providencial del jugador que desbanca al casino.

Por eso nosotros, la gente cotidiana, cuando jugamos a un juego de azar y tenemos una pérdida importante no nos afecta en absoluto, porque confiamos en recuperarlo cómo sucede en las películas.
No obstante, el 99% de los casos no recuperamos nuestra perdida. También otro caso muy frecuente en el juego es comenzar de una manera imparable, pero, llevado por la euforia, no consigues controlar tus emociones y acabas perdiéndolo todo. Estos casos se pueden explicar con un poco de matemáticas:

Nosotros cuando apostamos lo hacemos de forma aleatoria, es decir, no seguimos ningún patrón(aspecto que nos diferencia de los grandes jugadores, principalmente chinos, que están calculando patrones y posibilidades durante toda la partida) . De hecho los resultados como se estudia en probabilidad al principio siguen un orden determinado dentro de unos limites, es decir, los resultados que se darán al principio se encontraran acotados dentro de un espacio más o menos estrecho. Sin embargo cuando los resultados tienden a infinito aparece una asíntota en "0" por lo que los resultados  resultan ser totalmente aleatorios y por lo tanto imposibles de intuir.

Por eso nosotros hagamos lo que hagamos, como apostamos de manera aleatoria, acabaremos arruinándonos. Puede que comencemos ganando o perdiendo, pero el final es siempre el mismo. No obstante no estoy diciendo que sea imposible ganar dinero en un casino, de hecho muchas veces se gana, pero si dejamos que la ambición nos ciegue siempre acabaremos igual.

Como conclusión personal respecto a este tema podría decir que el juego es una actividad buena y de la que se pueden obtener beneficios, pero que tiene un peligro enorme ya que juega con nuestras emociones, las cuales si no las controlamos pueden ser nuestra perdición y se acabaría cumpliendo la famosa frase:

"la banca siempre gana"

El caso más famoso es el del entrenador de fútbol Luis Aragonés, quien nunca se retira del deporte porque todo lo que gana en él, lo pierde en el juego.

Gonzalo Pr.









sábado, 19 de enero de 2013

Una noche filosófica

       
         Dice la gente que no conoces algo realmente hasta que lo experimentas en tu propia piel. Pues bien, se puede decir que yo no conocía la filosofía hasta ayer por la noche. De hecho ahora entiendo por qué mi calificación de la primera evaluación fue inferior al cinco, pero por la misma regla espero que la de la segunda este por encima.

         Eran las once de la noche, me encontraba sentado delante del ordenador realizando un trabajo de filosofía que debía entregar al día siguiente. Llevaba sentado allí más de tres horas y acababa de llegar a la mitad del trabajo:1000 palabras. Sin embargo fue entonces cuando se produjo un suceso insignificante que cambiaría mi vida: mi cuidadora enchufó su televisión.

          Hasta entonces ningún problema, yo estaba contento, era feliz. Sabía que en una hora y media habría terminado y estaría durmiendo. Pero yo no contaba con la filosofía, esta ciencia que estudia lo evidente, cosas pequeñas en las que nadie se fijaría pero que están ahí y que muchas veces son la clave de otras cosas muchísimo más grandes. Pues bien, yo no me fijé en que no había pulsado el botón de "guardar", gesto aparentemente fácil, sin embargo, cuando estas realizando un trabajo de dos meses la noche antes, el tiempo es oro, y prefieres acabarlo cuánto antes considerando que guardarlo es una tontería. Una tontería, como las cosas que estudia la filosofía,una tontería, como me parecía la filosofía en el primer trimestre, una tontería...

          Un gesto, un segundo hubiera tardado en realizarlo, pero no, no lo hice. Sin embargo, volviendo a la historia, otro gesto insignificante como es enchufar una televisión se cruzó en mi camino esa noche. Ese pequeño gesto, aparentemente inofensivo, resultó letal entonces, y no solo para mi cuidadora que recibió un calambrazo, sino también para el circuito eléctrico de mi casa que ocasionó un apagón al segundo, el mismo segundo que hubiera tardado en darle a guardar y que me hubiera permitido dormirme a las doce de la noche.

           Para finalizar he de decir, que si, pasó lo que estás pensando, se me borró todo el trabajo y me quedé trabajando hasta las tres de la mañana. No obstante, no todo fue malo, gracias a esa noche de desdichas ahora puedo escribir esta entrada y confiar en ese pequeño gesto que hará D.Javier para pulsar el botón "publicar" y que será otro de esos gestos que cambiará mi vida ya que me servirá para alcanzar ese cinco en filosofía que hasta ahora no he conseguido.

Gonzalo Pr.